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jueves, 11 de abril de 2013

Certificación de eficiencia energética

¿Qué es y para qué sirve?


Se trata de un procedimiento para certificar energéticamente los edificios existentes o partes de un edificio existente (ej. piso o local). La Directiva 2012/31/UE, de 19 de mayo, relativa a la eficiencia energética de los edificios obliga a expedir un certificado de eficiencia energética para los edificios o unidades de éstos, que se construyan, vendan o alquilen. Actualmente ésta directiva está en proceso de transposición mediante un Real Decreto que regulará la certificación energética de edificios existentes. La certificación será obligatoria a partir del 1 de junio de 2013.



El Real Decreto establece la obligación por parte del propietario o promotor de poner a disposición de compradores o usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética. De esta forma se pretende favorecer la promoción de edificios de alta eficiencia y las inversiones en ahorro energético.


¿Qué edificios han de tenerla y cuáles no están obligados?


Han de tenerla:
  • Edificios de nueva construcción.
  • Modificaciones, reformas o rehabilitaciones de edificios existentes con una superficie útil superior a 1000 m2 con la renovación de más del 25% de cerramientos.
  • Edificios o unidades de edificios existentes que estén en proceso de venta o alquiler a un nuevo arrendatario.
  • Edificios de uso público con superficie superior a 250 m2.

No están obligados:
  • Las edificaciones que por sus características de utilización hayan de permanecer abiertas.
  • Edificios protegidos oficialmente, cuando el cumplimiento de éstas exigencias pudieran alterar de manera inaceptable su carácter o aspecto.
  • Edificios religiosos.
  • Construcciones provisionales con un uso previsto igual o menor de dos años.
  • Edificios industriales y agrícolas, en la parte de uso no residencial.
  • Edificios aislados con superficie menor de 50 m2.
  • Edificios de sencillez técnica y escasa entidad constructiva que no tengan carácter residencial o público, se distribuyan en una sola planta y no afecten la seguridad de las personas.
  • Edificios que se compren para su derribo.
  • Edificios de vivienda que sean objeto de un contrato de alquiler por tiempo inferior a cuatro meses.

¿Cuándo caduca?


Tiene una validez de 10 años, momento en el que se tendrá que renovar. Puede ser renovada antes si se han hecho reformas y mejorado la eficiencia energética del edificio y se quiere reflejar en el certificado.

¿Qué obligaciones tiene el vendedor o arrendador?

El vendedor o arrendador tendrá que mostrar la etiqueta energética durante la promoción de venta o alquiler del inmueble.
En caso de venta, el vendedor ha de dar al comprador en la notaria un original del certificado. En el caso de alquiler, tendrá que adjuntar una fotocopia al contrato de alquiler.

¿Cuáles son las consecuencias de no cumplir éstas obligaciones?
  • Inspecciones: la administración autonómica competente realizará la función inspectora, para asegurarse su cumplimiento y detectar casos de falsificación o fraude.
  • Sanciones: el vendedor o arrendador podrá recibir una multa por infracción de los Derechos de los Consumidores.
  • Reclamaciones: el comprador o el que alquila podrá reclamar al vendedor o arrendador por no haber cumplido el deber de información al Consumidor.


jueves, 14 de febrero de 2013

Cuatro puntos que debe cumplir una casa eficiente


Desde que empezamos a sufrir las consecuencias del calentamiento global y el agotamiento de los recursos naturales la ciudadanía ha tomado conciencia de la importancia de moderar el consumo energético. Una buena parte de éste depende del comportamiento de los edificios y de su proceso constructivo.

Hagamos un repaso de los puntos que convertirán nuestra vivienda en una casa eficiente:

1. Aislamiento térmico. 
Un buen aislamiento de fachadas y cubiertas garantiza que en invierno no se pierda calor, así se limita el uso de la calefacción. Para conseguirlo hay que prestar atención al material aislante empleado en la parte maciza de los cerramientos, y tampoco se debe descuidar la calidad de las ventanas y balconeras: el vidrio será de baja emisividad, doble hoja y las carpinterías tendrán rotura de puente térmico. Precisamente los puentes térmicos serán algo a evitar: las cajas de persiana y los puntos de contacto entre la fachada y la estructura son zonas más difíciles de aislar por las que se escapa el calor. Para que esto no pase, el aislamiento térmico deberá ser continuo.
Imagen termográfica: permite ver por dónde se pierde la energía del edificio. Los colores cálidos representan las zonas más calientes, en este caso las ventanas, los cantos de los forjados y los pilares. Las zonas azules son las que están bien aisladas, pero apenas representan el cincuenta por ciento de la superficie.


2. Diseño inteligente. 
El diseño de la casa también influye en su eficiencia energética. Con un volumen más compacto reduciremos la superficie de la envolvente (cubierta y fachadas) consiguiendo un menor contacto con el exterior, lo que ayudará a conservar el calor.
Casa de Kenji Architectural Studio. Una casa compacta entre medianeras requiere una menor inversión económica para conseguir el mismo aislamiento que una casa aislada, de volumetría más compleja o con mayor superficie acristalada.

Hasta ahora hemos hablado de la pérdida de calor, pero no hay que olvidar que en verano, en nuestro clima, las temperaturas pueden ser elevadas. A la hora de proyectar la vivienda se pensarán cuidadosamente las protecciones solares: voladizos, persianas, celosías y toldos se pueden integrar en un buen diseño.
Este brise-soleil de Technal protege la ventana del sol directo.


3. Orientación y elección del emplazamiento.
No es lo mismo construir una casa aislada en el campo y expuesta a los elementos, que en una urbanización o entre medianeras. Todos estos factores influirán en el nivel de aislamiento que será necesario. También es importante pensar cómo se orientará: en nuestro clima, en verano, el sol puede ser bastante molesto. Para proteger nuestra casa podemos utilizar elementos externos, como por ejemplo una barrera natural con árboles de hoja caduca. En verano los árboles darán sombra, pero en invierno al perder las hojas permitirán que el sol caliente la vivienda.
En el hemisferio norte el sol nos calienta desde el sur. Según la estación los rayos inciden con ángulo diferente, dato que deberemos tener en cuenta a la hora de elegir las protecciones solares de la vivienda.
Fuente


4. Fase de construcción.

En el proceso de construcción de un edificio se debe cuidar la elección de los materiales. Deberán reunir las siguientes características:
- ser duraderos y poco exigentes en cuanto a mantenimiento.
- ser reutilizables una vez finalice la vida útil del edificio.
- durante su proceso de extracción y fabricación no habrán requerido demasiada energía ni perjudicado el medio ambiente.
- serán de procedencia local para evitar el derroche de energía y producción de gases invernadero que supone su transporte.

Para más información sobre eficiencia energética y sostenibilidad puedes visitar:
- Un ejemplo de rehabilitación y sostenibilidad: la torre Bois-le-Pêtre (París)
- Ahorrar en la climatización de la vivienda
- Cómo hacer reformas sostenibles en casa
- Piscinas ecológicas

domingo, 20 de mayo de 2012

Un ejemplo de rehabilitación y sostenibilidad: la torre Bois-le-Pêtre (París)

Torre Bois-le-Pêtre

No es ningún secreto que la crisis ha golpeado con fuerza el mundo de la construcción, ensañándose especialmente con la obra nueva (1). Por otra parte, se estima que podría haber un 20% de viviendas vacías (2) lo que no augura una pronta recuperación del sector.Si unimos esto al agotamiento de los recursos naturales y a la necesidad de ahorro de los hogares españoles, es fácil llegar a la conclusión de que la rehabilitación energética se ha convertido en una alternativa muy interesante.

El concepto "rehabilitación energética" es algo nuevo. Inmersos en plena burbuja inmobiliaria, en los últimos años era más rentable construir que rehabilitar y, en cualquier caso, rehabilitar se reducía a reparar los edificios envejecidos para alargar su vida útil y recuperar su funcionalidad. La rehabilitación energética lo que pretende es, además de lo anterior, reducir el consumo de energía en los edificios.

El gasto de energía en los edificios se distribuye de la siguiente manera:
- climatización: 42%
- agua caliente: 26%
- consumo de los electrodomésticos: 23%
- iluminación: 9%
La rehabilitación energética permite ahorrar hasta un 20% del consumo y reducir las emisiones de CO2 en un 30%. Esto se consigue a través de dos tipos de actuaciones: las que se llevan a cabo sobre la envolvente del edificio (fachadas y cubierta) y las que afectan a sus instalaciones.

Es una buena idea aprovechar las necesidades de mantenimiento de los edificios para llevar a cabo una rehabilitación energética. Una vez metidos en obras, con un andamio instalado y los operarios entrando y saliendo, mejorar el aislamiento energético no supone un sobrecoste significativo y tiene la ventaja de la amortización del gasto de la obra en unos años.

Izquierda: aspecto original, centro: intervención en 1990, derecha: propuesta ganadora

Con toda esta reflexión pretendía presentar un ejemplo de rehabilitación energética muy interesante de Lacaton y Vassal, dos arquitectos franceses. La intervención se llevó a cabo sobre una torre construida en 1962 con elementos prefabricados, que contiene 96 viviendas y tiene una altura de 16 plantas, situada en las afueras de París. En 2002 el ayuntamiento de París había designado el barrio en el que se encuentra el edificio como un enclave que se debía someter a una mejora. En 2005 se convocó un concurso que ganaron Lacaton y Vassal junto con Druôt. 

La propuesta presentada consistía en eliminar la fachada del edificio, fruto de una intervención realizada en 1990, para incorporar unas franjas perimetrales, formadas por módulos prefabricados de tres metros de anchura, de los cuales uno se destinaba a balcón y dos a galería. Se generaba así una doble piel de paneles de cristal y de policarbonato protegida con persianas y cortinas. 

Izqda.: fachada existente, dcha.: eliminación de la fachada y sustitución por módulo prefabricado

Izqda.: planta original, dcha.: propuesta


Esta doble piel transparente proporciona a los ocupantes una conexión visual con el entorno a la vez que les aísla a nivel térmico y acústico, dejando que ellos mismos puedan regular la iluminación, temperatura y ventilación de los apartamentos. El ahorro energético que supone esta intervención es del 50% y además se incrementa la superficie de las viviendas; pasando de 8.900 a 12.460 m2. Durante el tiempo que se prolongaron las obras los vecinos no tuvieron que abandonar el edificio.

La intervención también afectó al interior del edificio para mejorar la accesibilidad a las viviendas e introdujo nuevas tipologías.

Aspecto definitivo de la galería y el balcón sobre la ciudad

En contraposición a obras de algunos arquitectos que parecen valorar únicamente la estética, Lacaton y Vassal llevan a cabo una intervención equilibrada, respetuosa con el edificio preexistente y sus usuarios, y todo ello a un bajo coste.

Todas las fotografías pertenecen a la web de Lacaton y Vassal: http://www.lacatonvassal.com/index.php?idp=56
       

viernes, 9 de marzo de 2012

Ahorrar en la climatización de la vivienda



Conseguir una temperatura agradable en casa no se consigue sólo tirando de calefacción o de aire acondicionado, hay otras maneras que nos permitirán ahorrar energía y dinero. Vamos a ver algunos consejos.

1. Utiliza de manera inteligente las persianas y los toldos.
En invierno conviene subir persianas y recoger los toldos durante las horas en las que el sol incide sobre nuestras ventanas para poder aprovechar su calor y durante la noche bajaremos las persianas para aislarnos mejor del frío. En cambio, en verano, utilizaremos estos elementos para evitar que entre el sol y caliente más la vivienda. Un apunte: las antiguas persianas de cuerda, o alicantinas, echadas sobre la baranda, y los toldos muy inclinados crean un microclima fantástico, un espacio en sombras y ventilado situado entre el exterior y la vivienda, que permite mantenerla más fresca. En cambio, desconfiad de los toldos prácticamente horizontales: sólo funcionan cuando el sol está muy alto y no proporcionan esa cámara ventilada que acabamos de comentar.


2. Sectorizar la vivienda.
Normalmente no utilizamos a la vez toda nuestra vivienda, depende de si toda la familia se encuentra en casa o del uso que le demos a las habitaciones. Cuando una parte de ella esté desocupada es mejor cerrar la puerta y los radiadores de esa zona, así evitaremos despilfarrar energía calentándola.

3. Reducir el tiempo de ventilación.


En invierno, cuando tenemos nuestra casa aclimatada, ventilarla supone un gasto de energía para volver a disfrutar de una buena temperatura, aunque es imprescindible si no queremos sufrir humedades. De todas formas es importante tener en cuenta que con diez minutos es suficiente, así sólo perderemos el mínimo calor posible.

4. Renovar las carpinterías de ventanas y balcones.




Muchas viviendas antiguas aún conservan sus viejas carpinterías, con una sola hoja de vidrio, altamente ineficientes en cuanto a aislamiento térmico. Las normativas actuales regulan las condiciones de aislamiento que deben cumplir ventanas y balconeras. Las mejoras que se han introducido obligan a un doble acristalamiento con cámara de aire y a la rotura de puentes térmicos, de manera que se evita la pérdida de calor a través del cristal y mejora el comportamiento en cuanto a las humedades. El ahorro que supone la renovación de las carpinterías permite que se amortice el gasto inicial.

5. Mejorar el aislamiento térmico de fachadas y cubierta.




Es una solución muy beneficiosa en edificios antiguos con un mal aislamiento. No sólo mejoraremos el confort sino que solucionaremos problemas de humedades por puente térmico. Existen varias soluciones que quizás trataremos más adelante, pero quizás la más habitual es el aislamiento exterior. Se puede llevar a cabo al mismo tiempo que una rehabilitación de fachada y entre sus ventajas se encuentran el no ser necesario entrar en las viviendas y el hecho de que no se reduce su superficie útil.

En una próxima entrada hablaremos también de sistemas de captación de energía solar térmica y fotovoltaica, estos últimos integrados en membranas de impermeabilización de cubiertas.